¿Afecta a la salud? Qué es mejor para el calor: el ventilador o el aire acondicionado

Las altas temperaturas que se sienten durante el verano, traen como consecuencia un descanso inadecuado. Es por eso que para combatir el calor, muchas personas recurren a ventiladores o aires acondicionados. Sin embargo, expertos en salud aseguran que su uso incorrecto puede generar inconvenientes de salud. Es por eso que conoceremos qué es mejor para el verano.
El doctor Saurabh Gupta, especialista en salud pública del NHS Trust (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido), explica: “Es importante conocer los beneficios y riesgos potenciales de los ventiladores eléctricos para decidir si debemos usarlos”.
Además, agrega: “Esto se aplica si una persona está simplemente tratando de decidir si debe usar un ventilador o no, pero también es necesario para las decisiones más amplias de salud pública, para saber por ejemplo si se deben repartir ventiladores a la gente durante una ola de calor”.
Qué es mejor para combatir el calor: el aire acondicionado o el ventilador
Fernando Donaires, médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud de Perú, advierte que los aires acondicionados, pueden provocar problemas como asma y bronquitis. En este sentido, sostiene: “El aire frío reseca las mucosas de las vías respiratorias, facilitando el ingreso de gérmenes y polvo”.
Por su parte, Laura Álvarez Santín, neumóloga de hospitales universitarios en España, coincide y agrega que este artefacto agrava los síntomas en pacientes con enfermedades respiratorias crónicas como EPOC y asma. La especialista señala: “Las mucosas se inflaman y aumenta el riesgo de infecciones”. Y agrega que un mal mantenimiento de los filtros puede propagar bacterias y virus.
Por otro lado, cabe destacar que el ventilador también puede afectar la salud, sin embargo, es menor agresivo. Álvarez Santín, explica: “Puede causar sequedad en la piel, mucosas y ojos, además de irritación ocular y rinitis”. La circulación constante de aire favorece la dispersión de polvo y gérmenes, aumentando el riesgo de infecciones respiratorias.
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